¿Los diezmos son de la ley o de la gracia?

Hoy en día muchos tienen un concepto equivocado acerca de los diezmos, ofrendas y primicias, pero estos temas están escritas explícitamente en las escrituras.

Hay conceptos como esta: "Que el predicador está reclamando su sueldo, que la palabra de Dios está vendiéndose, que los pastores predican solamente por dinero, etc."
Malaquías
3:6 Porque yo Jehová no cambio; por esto, hijos de Jacob, no habéis sido consumidos.
3:7 Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿en qué hemos de volvernos?
Notemos que Dios nos dice: Volveos a mi (Mírenme y regresen hacia mi), y yo iré hacia ustedes; Dios no está detrás de las cosas externas, Dios está detrás de nuestro corazón, pero usa las cosas externas para cambiar nuestro corazón; Dios usa cosas pasajeras para cambiar nuestro corazón hacia cosas eternas. ¿Sabe por qué digo esto?, porque Jesús dijo en San Mateo 6:21 Donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. El corazón siempre va seguir al tesoro, por eso en Malaquías Dios nos pide volvernos en nuestras finanzas, porque sabe que si ponemos nuestras finanzas en él, en su reino, en su obra; entonces nuestro corazón será vuelto a Dios.

San Mateo 6:19 No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el orín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; 6:20 sino haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.

Para quienes dicen que los diezmos son de la ley y que ahora vivimos bajo la gracia, va la siguiente pregunta: ¿si algo estaba mal bajo la ley, ahora estará bien bajo la gracia? o sea, si bajo la ley estaba mal mentir y decir falso testimonio, ¿estará bien ahora mentir? ¿Si algo estaba bien bajo la ley, ahora estará mal bajo la gracia? por su puesto que NO !!. Si algo era bueno en la ley, como por ejemplo honrar a Dios, sigue siendo bueno bajo la gracia también.

Dios quiere que tú y yo nos volvamos a él, quiere tener gente que lo ama verdaderamente. Dios nos dice vuélvanse a mi en su forma de adorar, vuélvanse a mi en santidad, vuélvanse a mi en sus finanzas. En conclusión el punto principal de este pasaje bíblico es que nosotros nos volvamos a Dios en todo sentido de nuestra vida.
Malaquías
3:8 ¿Robará el hombre a Dios? pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿en qué te hemos robado? en vuestros diezmos y ofrendas.
3:9 Malditos sois con maldición, porque vosotros, la nación toda, me habéis robado.
3:10 Traed todos los diezmos al alfolí y haya alimento en mi casa; y probadme ahora en esto, dice Jehová de los ejércitos, si no os abriré las ventanas de los cielos, y derramaré sobre vosotros bendición hasta que sobreabunde.
El diezmo es un beneficio para quienes lo practican, diezmar y ofrendar son actos de adoración a Dios, en los que ocurren grandes cosas. Al cumplir con estos principios, revelas la generosidad de tu corazón, el diezmo es una muestra de agradecimiento a Dios. Cuando diezmas reconoces que has sido bendecido, más allá de lo que mereces, y que Dios es el autor de tu bendición. Cuando diezmas demuestras que tienes plena confianza en las promesas de Dios el diezmar es un acto de aceptación de la gracia divina. Tu acto de diezmar dice que aceptas lo que Dios está haciendo por ti, aunque no lo merezcas.

¿Por qué diezmamos y damos ofrendas?

Diezmar y ofrendar es parte de la adoración a Dios. Es más que dar dinero para cosas que aparentan ser materiales.

En el acto de traer parte del fruto de nuestra labor a la iglesia, un cristiano dice: mi corazón está agradecido pues lo que tengo, lo tengo porque Dios me lo dio y de él son todas las cosas.

la Biblia dice que nuestra actitud es muy importante cuando diezmamos y ofrendamos. Jesús dice en Lucas 11:42 que los que diezman pero no practican el amor y la justicia son hipócritas. Pero Pablo dice que Dios ama al dador alegre. (2 Corintios 9:7 Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre.)

De acuerdo a ese pasaje, Dios bendice generosamente a los que se comprometen a cuidar de la obra. El amor y la alegría hacen que el diezmar y ofrendar sean actos de adoración al Señor.
Quizás no tienes hoy para diezmar, no tienes ingreso, pero tienes una promesa de Dios a la que puedes reaccionar, y hacer voto a Dios de que separarás la décima parte de todo lo que él ha de entregarte.
Autor: Restauración Juvenil

 
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